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Reg. Tribunale Lecce n. 662 del 01.07.1997
Direttore responsabile: Dario Cillo

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© FUNDACIÓN DE CULTURA ISLÁMICA 2002

un projecto cultural ambicioso


            "
El Islam, Patrimonio de Todos", es un proyecto cultural de contenido pedagógico, formado por una exposición de carácter itinerante y diversas actividades paralelas, cuyo objetivo último es dar a conocer una cultura, cercana geográfica e históricamente a la nuestra, pero a menudo ignorada, y contribuir a erradicar la serie de tópicos y prejuicios que, generados desde ambas partes, condicionan nuestra relación con ella. 

          El proyecto va dirigido a personas de cualquier edad, tanto escolares como universitarios y público en general, ya que como dice el Hadit: "Busca la Ciencia desde la cuna hasta la tumba". Existe un programa de visitas y actividades diseñado especificamente para escolares españoles de Enseñanza Primaria y Secundaria, pero por su carácter informativo no excluye a ningún otro público. 

          Se pretende acercar así a nuestros escolares a un mundo para ellos desconocido pero cuyos valores y esquemas de pensamiento conforman el medio social en el que se desenvuelven muchos muchachos de su entorno, pertenecientes a familias inmigrantes, residentes en España. 

          Presentándoles la cultura islámica de una forma que despierte su curiosidad e interés, mediante una información sencilla, incluso lúdica y divertida, pero al tiempo rigurosa, que fomente su participación directa, nuestros escolares podrán contemplarla de manera más objetiva, e incluso identificarla como parte que es, históricamente, de su propia cultura, alejando de sí mismos los planteamientos peyorativos, discriminatorios y cargados de prejuicios que generalmente protagonizan las relaciones entre miembros de diferentes esferas culturales o religiosas. 

          Los brotes de racismo que lamentablemente ensombrecen nuestra sociedad actual, evidencian la necesidad de una labor de este tipo, que fomente el diálogo intercultural, promueva el principio de solidaridad como nueva dinámica social y propicie, en definitiva, una sociedad futura más abierta. 

          Una sociedad que supere el concepto de tolerancia entendido como soportar, para dar paso a una actitud de respeto a las diferencias. Una sociedad en la que la diversidad cultural se entienda como enriquecimiento mutuo. 


                  
Basada en una rigurosa investigación con perspectiva histórica y actual, la exposición "El Islam, Patrimonio de Todos", está formada por un total de 36 paneles, agrupados en 9 módulos con un diseño moderno y atractivo, con información relativa a todos los aspectos de la civilización islámica, y con una significativa selección de fotografías e ilustraciones sobre el mundo islámico.

          El Islam, patrimonio de todos’ sigue una itinerancia por distintos puntos de España, gracias a la colaboración de Ayuntamientos, Diputaciones Provinciales, universidades, colegios y otras instituciones. Junto con la exposición, se vienen desarrollando varias ACTIVIDADES PARALELAS. 

          Entre ellas, una serie cursos de formación para profesorado, de acuerdo con el convenio firmado con la Consejería de Educación de la Comunidad de Madrid. Ello permite informar a los enseñantes acerca de la cultura árabo islámica en su conjunto. Además de las charlas impartidas, se les facilita un CUADERNO DE PROFESORES en el que constan los textos generales de la exposición.

          Al finalizar el curso, la Fundación de Cultura Islámica hace entrega de un DIPLOMA que acredita la asistencia de los profesores. Un grupo de VOLUNTARIOS, pertenecientes a la Fundación de Cultura Islámica y otras ONGs, realiza un recorrido por la exposición, presentándola a distintos grupos de escolares. Junto con los textos y fotografías que descubren de forma sencilla los principales aspectos de la cultura árabo islámica a través de 36 paneles, se han ideado varios elementos INTERACTIVOS con el fin de que los visitantes puedan acercarse a ella de forma lúdica y sensorial. Entre ellos, seis ingenios OLFATIVOS que reproducen los aromas de distintos productos característicos del mundo islámico: la flor de azahar, el jazmín de olor, la mirra, el ciprés, el jengibre y el comino. Otros seis elementos VISUALES de metacrilato, permiten contemplar en un atractivo juego de luces y transparencias, algunas de las sustancias más empleadas en el mundo islámico como el khol, la miel, los capullos de rosa, la casia, la alheña y la alholva.

          Quien desee conocer más acerca de estos y muchos otros productos empleados en gastronomía, cosmética, perfumería y jardinería en época andalusí, puede consultar el libro de Cherif Abderrahman Jah, presidente de la Fundación de Cultura Islámica, ‘LOS AROMAS DE AL-ANDALUS’, recientemente publicado por Alianza Editorial. En él se recogen a su vez los contenidos de la exposición itinerante ‘Los Aromas de al-Andalus’, organizada por la Fundación y basada en un apasionante trabajo de investigación inédita. 

          Otro de los módulos interactivos de la exposición ‘El Islam, patrimonio de todos’ está dedicado a LA CALIGRAFÍA ÁRABE, uno de los aspectos que más interés y curiosidad despiertan. Para ello, se ha instalado una mesa con diversos tampones que reproducen la frase de la Declaración de los Derechos Humanos "Todos los hombres nacen libres e iguales", en seis de las más representativas modalidades de escritura árabe: Thoulthi, Cúfico, Cúfico antiguo, Diwani, Jeli diwani y Magrebí.

          En los textos que los acompañan, se describen también otros tipos de caligrafía clásica como el Taliq, el Nasji y el Hiyazi. El arte de la escritura surgió desde los primeros tiempos del Islam, en el siglo VII, por la necesidad de plasmar gráficamente las azoras, o suras, del Corán. Además, la REPRESENTACIÓN FIGURATIVA estaba desaconsejada, por lo que junto con los motivos geométricos y vegetales, la caligrafía impregnaba los monumentos de SENTIMIENTO ESPIRITUAL, al tiempo que los adornaba.

          La escritura árabe, que consta de veintiocho fonemas, adquirió en cada región del mundo islámico unas características propias, alcanzando su máximo esplendor en el siglo X, durante el califato abbasí de Bagdad. Sin embargo, los turcos otomanos adquirieron tal perfeccionamiento durante los siglos XVI y XVII, que un conocido dicho asevera que "El Corán fue revelado en La Meca, recitado en Egipto y escrito en Estambul". A lo largo de la Historia, los musulmanes lograron altas cotas de conocimiento en distintas disciplinas científicas, entre ellas la astronomía. Muestra de ello fue el perfeccionamiento del astrolabio, instrumento de medición que heredaron de los griegos, y que está reproducido en el módulo LA CIENCIA DEL ASTROLABIO. 

          Encabezando las distintas piezas que lo conforman, aparece un texto que explica que su invención se atribuye a Hiparco de Nicea, del siglo II a. C. Sin embargo, los ASTRÓNOMOS ÁRABES del siglo X, basándose en los conocimientos de los antiguos y en sus propias experiencias, lo mejoraron y embellecieron. A ellos se debe una medición muy precisa de la circunferencia de la tierra, la recopilación de las tablas astronómicas del movimiento de los PLANETAS y la determinación de la forma de las órbitas. En realidad, el astrolabio es una forma temprana de ordenador, que simula la rotación de las estrellas alrededor del polo celeste. 

          Sirve para la NAVEGACIÓN, para marcar la hora exacta, así como para predecir las estaciones, a modo de calendario. Colón no hubiera podido descubrir América sin el uso de este instrumento. Uno de los módulos más sugerentes para los visitantes, en especial para los niños es el que trata acerca de LA TÉCNICA DEL ALICATADO. Muestra un puzzle que representa un motivo geométrico en forma de estrella, usado en la ornamentación ARQUITECTÓNICA ISLÁMICA. Los diferentes diseños de tracería entrelazada representan la infinitud de la Creación, y a menudo, como se ha demostrado más tarde, tienen la misma estructura que la CRISTALIZACIÓN de ciertos elementos.

          El arte del alicatado consiste en ensamblar ladrillos vidriados recortados, o aliceres, de distintas formas, hasta formar un mosaico con el que adornar ZÓCALOS, fachadas y pavimentos. Podían ser también de tipo vegetal, como sucede a menudo en los edificios orientales. En época medieval se utilizaban azulejos monocromos, como vemos en la Torre del Oro sevillana y en la Mezquita del Oro de Samarra (Irak), o bien polícromos, como los de la Alhambra y la mezquita de la Roca de Jerusalén, entre otros destacados monumentos. 

          En suma, esperamos que a través de la exposición ‘EL ISLAM, PATRIMONIO DE TODOS’, hayamos sabido transmitir lo esencial de la civilización islámica, y acercar al visitante y al lector a una cultura que, al fin y al cabo, ha sido la suya durante ocho siglos. La exposición propiamente dicha consta de los siguientes elementos: nueve módulos, que constan de cuatro paneles cada uno de ellos, es decir por los 36 paneles desarrollando los contenidos temáticos, con gran profusión de fotografías. Tres mesas expositivas con dos cilindros de metacrilato, cada una, que contienen productos característicos de dicha cultura. Incorpora una descripción de cada uno de los productos expuestos Tres mesas de olfacción, con dos aparatos de olfacción por mesa, es decir, seis aparatos olfativos con esencias y descripción de las mísmas. 

         Una mesa con dos astrolabios y con la consiguiente lona explicativa de dichos aparatos y de su uso. Una mesa con sellos de caucho, que pueden utilizar los visitantes para imprimir sobre papel diferentes caligrafías. Incluye una lona en la que se describe cada una de estas caligrafías expuestas. Una mesa de gran dimensión, conteniendo un puzzle que puede ser compuesto por los visitantes. Dicho puzzle se ha realizado en base al despiece de un modelo de cerámica árabe clásica. 



como empezò 

 

 El Islam surgió en Arabia en el siglo VII. El profeta del Islam, Muhammad, nació en La Meca, actual Arabia Saudí, en el seno de uno de los clanes más influyentes, los Banu Hachim. Sin embargo, siendo niño sus padres murieron, y fue acogido por un tío paterno. A los veinticinco años se casó con Jadiya, una viuda acaudalada que apoyó en todo momento su misión profética. Siempre destacó por su equilibrio y honradez, lo que le valió el sobrenombre de al-Amin, el digno de confianza. A la edad de cuarenta años comenzó a retirase a las montañas para meditar. En aquella época, la sociedad árabe estaba impregnada de costumbres bárbaras y practicaba la idolatría y el politeísmo (adoraba a varios ídolos y dioses a la vez). Fue entonces cuando Muhammad recibió la revelación de Allah, siéndole transmitido el Corán a lo largo de 23 años. Rechazado y perseguido por sus ideas monoteístas (su creencia en un solo Dios), halló, sin embargo, cada vez más adeptos entre los ciudadanos de La Meca. Su mensaje era sencillo y preconizaba la justicia y la igualdad. Cuando marchó a la ciudad de Medina destacó como dirigente social y político. Organizó a la comunidad de creyentes (Umma), e instauró la famosa Constitución de Medina. Este pacto entre tribus de diferentes creencias y etnias pasará a la historia por ser un modelo de equidad y democracia. Poco a poco el mensaje comenzó a extenderse entre distintos pueblos de Arabia. Para ello, Muhammad y sus compañeros empleaban el ejemplo y la palabra, y en ocasiones la lucha armada. Es lo que se llama la Yihad, que en árabe significa "esfuerzo", y en occidente se ha traducido como Guerra Santa. Sin embargo, según palabras del propio Profeta, la verdadera Yihad no es la de las armas, sino la interior. La que uno mismo emprende contra sus malos instintos. Tras la muerte del Profeta le sucedieron cuatro de sus más cercanos compañeros, los llamados Califas Bien Guiados: Abu Bakr, Omar, Otman y Alí. Con Omar ibn al-Jatab, se inició una serie de campañas que culminaron con la islamización de Siria, Egipto, Irán e Irak. Con él comenzó la creación de un vasto imperio que se extendería, en menos de un siglo, desde China hasta Hispania.


 

arabes o musulmanes?

Más de 1.100 millones de personas en el mundo son musulmanas. Pero no hay que confundirse; ni todos los árabes son musulmanes, ni todos los musulmanes son árabes. Se nace árabe, pero se elige practicar el Islam o cualquier otra religión, voluntariamente. De hecho, hay árabes cristianos y judíos, y musulmanes que son europeos, asiáticos, persas, africanos y americanos. Esto hace que el mundo islámico sea un mosaico de pueblos con características muy diferentes y variadas.

¿Sabías que el país que cuenta con mayor múmero de musulmanes –143 millones– es Indonesia?

Este archipiélago pertenece a Asia y no es árabe. Los árabes solamente representan el 18% del mundo islámico. Otros de los países donde los musulmanes son mayoría son Pakistán, con 98 millones; India, con 88; las antiguas repúblicas de la Unión Soviética como Uzbekistán y Turkmenistán, con 56; China, con 23, y Sudán, con 25.

El África negra acoge numerosos países de mayoría islámica como Gambia, Guinea, Malí, Senegal, Costa de Marfil, Níger y Somalia.
Mientras que en Asia hay abundantes pueblos de religión musulmana como el malayo, el afgano y el kurdo. Cada uno tiene costumbres y hasta lenguas diferentes, aunque todos tienen por denominador común el Islam.

También en Europa hay algunos países mayoritariamente musulmanes, entre los que cuentan Albania y Bosnia Herzegovina.
En otros, el Islam es minoritario y está representado por los inmigrantes de origen turco, pakistaní o magrebí. Así sucede, por ejemplo, en Alemania, el Reino Unido y Francia. ¿Sabías que en Estados Unidos hay alrededor de cinco millones de musulmanes? El gran boxeador Muhammad Alí es uno de ellos, lo mismo que el líder afroamericano del pasado Malcom X. Otro musulmán famoso es el ex cantante británico Yusuf Islam, antes llamado Cat Stevens.


 

que les une?

El mundo islámico está formado por un complejo puzzle de pueblos y etnias. A pesar de sus diferencias de color, lengua y costumbres, tienen un denominador común: el Islam.
Islam deriva del árabe Salam, paz. Por eso se dice que es una cultura y un modelo social de paz, y no de enfrentamiento, como a menudo se presenta. Tiene el mismo origen que el judaísmo y el cristianismo. Se trata de una religión revelada que se entronca con la tradición del profeta Abraham, considerado el Patriarca común de los pueblos semitas, es decir de judíos y árabes. Además, el Islam reconoce a las Gentes del Libro (judíos y cristianos) como próximas a los musulmanes.
Los musulmanes de todo el mundo, ya sean africanos, asiáticos, turcos, persas, árabes o europeos, están unidos por la Sharía, o conjunto de normas y prescripciones islámicas. También por la peregrinación a La Meca, los condicionamientos alimentarios, la vestimenta, y hasta cierto tipo de ornamentación y de arquitectura.
Les une, además, el calendario islámico, que se rige por las fases de la luna y comienza en el año de la Hégira, o exilio de Muhammad a la ciudad de Medina, en 622 de nuestra Era. La lengua árabe es un importante vehículo de transmisión entre los musulmanes. La consideran sagrada por ser la lengua de la Revelación, y la emplean para orar. Hay 200 millones de arabófonos en el mundo. Pero, ¿sabías que existen muchos otros idiomas que contienen arabismos? Entre ellos, el farsi de Irán, el swahili de África oriental, el turco y el malayo. Como ves, son muchas las cosas que unen a los musulmanes. Todos forman parte de la misma comunidad de creyentes, o Umma. Una comunidad de más de mil millones de personas repartidas por todo el mundo. La Umma tiene la obligación de hacer frente a los problemas que afecten a cualquiera de sus miembros, aunque en la práctica, esto no siempre es así. El Islam asegura que aquél que permite que una sola persona de la comunidad pase hambre, no es un creyente. 

 


creencias

La aplicación del Islam no se realiza de forma casual. Cada gesto tiene su propio significado y utilidad. La doctrina del Islam reposa sobre cinco pilares esenciales: la Profesión de fe, la Oración, la Limosna, el Ayuno y la Peregrinación a la Meca. Para su cumplimiento el primer requisito es la intencionalidad personal: la niyya, que sólo Dios conoce. También, el estado de purificación, que se consigue mediante las abluciones. Con ellas el fiel se dispone al acercamiento a Dios. 
1. La profesión de fe, o shahada, dice así: "No hay más dios que Allah, y Muhammad es el Profeta de Allah". 
Con ello se afirma la unicidad de Dios –no hay nadie más que merezca ser adorado–, y la misión profética de Muhammad. 
2. La oración, o salat, es la forma de dirigirse a Dios en estado de interiorización. Se puede realizar en cualquier lugar limpio, aunque el más adecuado es la mezquita. Las plegarias se realizan cinco veces al día. Cuando los musulmanes se inclinan y apoyan la frente contra el suelo, no están rezando al sol, como a menudo se ha dicho. Este gesto simboliza la humildad ante el Creador. 
3. La limosna, o zakat, es la obligación que tiene todo creyente de solidarizarse con los más desfavorecidos. Consiste en aportar el 2,5 % de los beneficios. Es una especie de impuesto social purificador. En el Islam no sólo el que recibe, sino el que da, debe agradecer la oportunidad de compartir lo que tiene.
4. El ayuno, o sawm, consiste en abstenerse de alimentos, bebidas, relaciones sexuales y tabaco durante el mes de Ramadán, desde el amanecer, hasta el anochecer. 5. La peregrinación a La Meca o hayy, es la obligación que tiene el creyente de asistir al menos una vez en la vida a La Meca (Arabia Saudí). Pero solamente si su situación personal y económica lo permite.

 


el coràn

El Corán es el texto sagrado del Islam. Fue revelado al Profeta Muhammad en el siglo VII, en lengua árabe y en verso. Corán significa recitación.
A lo largo de la Historia ha habido diferentes profetas.
A través del mensaje de las religiones monoteistas, (Judaísmo, Cristianismo e Islam), se han encargado de recordar la existencia de Dios y de transimitir sus enseñanzas, que se iban desvirtuando con el tiempo.
De todos ellos, el último es Muhammad, considerado el Sello de los Profetas.El Corán está formado de suras y aleyas, que hacen alusión a la belleza y la perfección de la Creación, a la Historia Sagrada, y a hechos y situaciones concretas de tiempos de Muhammad.
Regula una parte de los comportamientos familiares y sociales. Junto con las tradiciones del Profeta, o Sunna, el Corán forma el cuerpo dogmático principal del Islam.
Según la tradición, fue revelado a Muhammad por medio del arcángel Gabriel, en distintas etapas y circunstancias. Por ello, no sigue un orden cronológico.
Se divide en las suras reveladas durante las estancias del Profeta en la ciudad de La Meca, y las reveladas en Medina (ambas ciudades se sitúan en Arabia Saudí).
Según aseveran tanto musulmanes como no musulmanes, el Corán es un texto difícil de traducir a otras lenguas, perdiendo con ello su fuerza y su significado. Tiene diversos grados de lectura. Contiene versos de fácil entendimiento, y otros muy complejos que, según el propio texto, solo Allah comprende. Ello ha propiciado numerosos comentariose interpretaciones, algunas controvertidas. En los primeros tiempos el Corán perduró entre los musulmanes gracias a la transmisión oral. Pero, tras la muerte del Profeta, el tercer califa del Islam, Otman, se encargó de hacer una compilación escrita y de repartirla entre la comunidad. Desde entonces no ha cambiado una sola palabra.

 


la mezquita


La mezquita no es solamente un lugar para el rezo. Es también un importante espacio de encuentro social y político. El musulmán no tiene la obligación de realizar sus oraciones en la mezquita. Cualquier lugar limpio es adecuado para este fin, pues, según el Islam asevera, Dios no está encerrado entre cuatro paredes.

Además, las mezquitas sirven para discutir y resolver problemas que afectan a la comunidad musulmana, o Umma, y para meditar.
Tradicionalmente, en ellas se estudian distintas disciplinas relacionadas con el Islam y la jurisprudencia. Alumnos y profesores se sientan en el suelo alrededor de las columnas para este fin.
Antiguamente, los viajeros, al llegar a una ciudad, se alojaban en las mezquitas.

La principal oración de los musulmanes es la de los viernes al mediodía. Es el momento de mayor afluencia a las mezquitas, pues se realiza el sermón, o jotba, dirigido a la comunidad de creyentes.

Algunas de las principales mezquitas del mundo islámico son la de Kairuán, en Túnez; El Azhar, en El Cairo; la del Profeta, en Medina (Arabia Saudí); la de La Roca, en Jerusalén, así como la de Córdoba. En general, los no musulmanes no pueden entrar en ellas, si se exceptúa las de Turquía y algunas otras, que se pueden visitar a condición de mostrarse respetuoso con la vestimenta y la actitud.


Todas las mezquitas se inspiran en la del Profeta Muhammad.
Constan de una sala de oraciones, formada por una serie de arcadas que recuerdan un palmeral. En dirección a La Meca se sitúa el mihrab, o nicho desde el cual el imam dirige la oración. Junto a él se asienta el mimbar, o púlpito desde el que se hace la prédica de los viernes. Antes de acceder a la sala de oraciones se ubica el patio, que suele ser muy amplio, y en medio del cual hay una fuente para las abluciones. Los fieles deambulan descalzos, pues en el Islam, lo mismo que en el budismo y en otras culturas, la suela de los zapatos simboliza la suciedad y la impureza.


 

el ramadàn

El ayuno tiene un origen antiquísimo. Fue practicado por los antiguos egipcios, los asirios, los mayas, los griegos y los romanos. Todas las grandes religiones y culturas lo han considerado tradicionalmente como un excelente medio de purificación corporal y espiritual. 
¿Recuerdas los ayunos de Gandhi como método de disciplina y de protesta? ¿Y los de la Madre Teresa de Calcuta durante sus misiones humanitarias? ¿Sabías que el Ramadán es el noveno mes del calendario lunar islámico? Nosotros, en cambio, nos regimos por el gregoriano, que es diferente. 
El ayuno durante este mes es obligatorio para todos, excepto para los ancianos, los enfermos, los niños, las mujeres embarazadas o con menstruación y los viajeros.
Una gran mayoría de musulmanes lo practica en la actualidad. Implica abstenerse de alimentos, bebidas, tabaco y relaciones sexuales desde el amanecer hasta la puesta del sol. La tradición asevera que también el corazón y la lengua deben ayunar, evitando críticas y pensamientos negativos. 
El Ramadán contiene un importante significado social: enseña a ser solidario con las personas que en todo el mundo pasan diariamente hambre, sed u otro tipo de privaciones. En términos legales, esta solidaridad se materializa en el Zakat al fitr, o limosna del final del ayuno, que consiste en un impuesto obligatorio del 2,5 % sobre los beneficios obtenidos durante el año, y sirve como medio para distribuir la riqueza.
Para los musulmanes el Ramadán no implica solamente esfuerzo y abstinencia. También, alegría y festividad. Durante las noches de todo el mes lunar, se reúnen las familias y los amigos celebrando la ruptura del ayuno, con todo tipo de dulces y exquisitos platos tradicionales. Su ambiente familiar y festivo nos recuerda al de las Navidades. En el Islam, el ayuno no se entiende como un acto de penitencia, sino como un método para fortalecer la voluntad. Además, la investigación científica de los últimos tiempos ha demostrado que favorece la curación de ciertas enfermedades, y también sirve para combatir el alcoholismo y otras formas de toxicomanía. Mediante su aplicación se alivian las afecciones asmáticas, el corazón descansa, la digestión mejora e, incluso, los sentidos se agudizan. 


 

el desierto

¿Sabías que los mayores desiertos del mundo se encuentran en territorio musulmán? De hecho, el Islam surgió en La Meca, ciudad de Arabia enclavada entre desiertos. Uno de los más vastos es el Sáhara norteafricano, que se extiende entre Marruecos, Mauritania, Túnez, Argelia, Sudán, Malí, Egipto y Libia. En este país se llama desierto Líbico. También es muy vasto el desierto Arábigo, que abarca parte de los países del Golfo Pérsico.

Al norte de China, en los territorios habitados por las etnias musulmanas, se extiende el desierto de Taklamakan, que pertenece al Gobi.
Sabías que Sáhara significa desierto en árabe, y que Gobi es su nombre en chino?

Gran parte de los primeros musulmanes surgió, pues, del desierto Arábigo. Algunos eran nómadas, viajando con su ganado en busca de pastos fértiles. 

Aún hoy en día algunos grupos mantienen este modo de vida. Se desplazan en camellos y en dromedarios. Sin embargo, muchos han adoptado en la actualidad el uso de vehículos motorizados. Habitan tiendas, o jaimas, de pelo de camello y de cabra, y algunos de ellos, como los Tuareg del Sáhara, están sometidos a graves presiones políticas, ya que se les quiere imponer fronteras que ellos tradicionalmente nunca han reconocido
La mayoría de los habitantes de las regiones desérticas se ha sedentarizado en los oasis. Éstos surgen cuando hay presencia de agua, o bien en forma de corrientes superficiales, o bien, subterráneas. Una de las características de la vida en los oasis es su aprovechamiento mediante complejos sistemas de canalización y de extracción. Los pozos artesianos se llaman jotaras en árabe. 

Habitualmente, en los oasis se plantan palmeras, olivos y toda clase de árboles frutales. Las viviendas tradicionales son de adobe, es decir, de tierra arcillosa mezclada con piedras y paja. Pero en la actualidad este tipo de hábitat tradicional y ecológico se está sustituyendo por viviendas de hormigón y otros materiales.


 

a ciudad

El Islam es una cultura eminentemente urbana. Ya desde la Edad Media surgieron importantes y brillantes núcleos urbanos como Córdoba, Damasco y Bagdad. Al igual que en otras partes del mundo, en los países islámicos se ha producido en las últimas décadas un importante éxodo de población rural hacia las ciudades, en busca de condiciones económicas más favorables. La mayor parte de las ciudades musulmanas constan de dos núcleos diferenciados: uno antiguo, conocido como medina, y otro moderno, de creación más reciente, y semejante a las urbes europeas de hoy en día. Tienen los mismos problemas de tráfico, contaminación y falta de planificación urbanística que las nuestras. Mientras que las ciudades modernas tienen un trazado urbanístico amplio y simétrico, y grandes manzanas de edificios de varios pisos, la medina es un laberinto de callejas y plazuelas. Es un foco de animación callejera en el que se puede imaginar cómo era la vida hace 10 siglos en al–Andalus, la España musulmana. ¿Sabías que, por ejemplo, Estambul (Turquía), El Cairo (Egipto), Fez (Marruecos), o Lamu (Kenia), tienen una medina antigua? ¿Sabías que guardan cierto parecido con Toledo, Córdoba y Granada? Estas y otras ciudades españolas tienen un trazado de origen árabe y conservan la medina medieval, generalmente amurallada. Las medinas se desarrollan siguiendo una estructura jerárquica en torno a la mezquita mayor, creciendo según sus necesidades. A su alrededor se ubican el tribunal y el zoco, o mercado. En el centro se sitúa la qaysariyya (en español, alcaicería), que vende los productos más costosos: perfumes, trajes tradicionales y orfebrería. A continuación aparecen los puestos artesanales, y después los alimentarios. Cada barrio tiene su propia mezquita, sus hammams, o baños públicos, su tahona comunitaria y su fuente para quienes no disponen de agua corriente. En las afueras se encuentran los gremios más contaminantes: alfareros y curtidores. También, el cementerio y las explanadas para las romerías y fiestas populares. Muchas medinas de origen medieval tienen, además, una judería donde antiguamente vivía la comunidad hebrea. Se llamaban Melahs, que en árabe significa sal, porque su población comerciaba con este producto.

 


 

el zoco


En la Arabia preislámica ya tenían lugar encuentros periódicos de carácter comercial. Posteriormente, y hasta nuestros días, se han perpetuado en todo el mundo islámico con el nombre de suq, o zoco. A lo largo de los siglos, esos mercados han cumplido una importante función no solamente comercial, sino social y cultural, hasta convertirse en una auténtica institución. En al–Andalus tuvieron mucha importancia. Si conoces Toledo, seguramente habrás pasado por la famosa plaza de Zocodover, nombre que tiene su origen en el mercado que allí tenía lugar en la Edad Media, y que significa "zoco de los caballos" en árabe. Existen dos tipos de zocos: los urbanos y los rurales. Las ciudades del mundo islámico tienen en su medina un mercado cerrado, o qaysariyya, que funciona durante toda la semana con gran variedad de productos. También hay zocos urbanos especializados en un solo producto: verduras, especias o zapatos, por ejemplo. Pero son los zocos rurales los que conservan el carácter tradicional de los mercados medievales, principalmente en los países del Magreb: Marruecos, Argelia y Túnez. Antiguamente en ellos se recitaban poesías, se realizaban concursos literarios, se pronunciaban discursos y se discutían problemas que atañían a la comunidad. También se transmitían noticias, en una época en que no existía ni la prensa ni la televisión. En la actualidad todavía se distribuye en ellos la correspondencia que no puede llegar hasta los rincones más alejados de la geografía. Los zocos rurales tienen lugar una vez por semana en el punto más estratégico de cada comarca, a modo de feria. A través de ellos se abastece a todos los pueblos de los alrededores de los productos alimentarios básicos: cereales, legumbres, verdura, fruta, carne... También hay ‘chiringuitos’ donde comer o tomar un té. A veces toman el nombre del día de la semana en el que se organizan; por ejemplo, Suq al–Arbaa: zoco del miércoles, o día cuarto. 


 

el hammam

La higiene es una de las normas principales del Islam. Con agua limpia el musulmán lava su cuerpo, pero de forma simbólica, también purifica su alma. Sin embargo, las condiciones de pobreza y la escasez de agua que aqueja a tantas regiones islámicas en la actualidad, generan a veces falta de limpieza. ¿Sabías que casi 1.000 millones de musulmanes hacen sus abluciones cinco veces al día, antes de realizar sus plegarias? Para ello se enjuagan y frotan con agua pura manos, boca, nariz, rostro, antebrazos, cabeza, orejas y pies. Ello simboliza la purificación de los sentidos y de los actos que realizan cada día. Cuando los musulmanes no disponen de agua corriente y baños confortables en las casas, como en la tuya, acuden al hammam, o baño público de vapor, a modo de una moderna sauna nórdica. Estos baños son una herencia de las termas romanas. Al igual que en ellas, en el hammam se va pasando por diferentes salas con temperaturas cada vez más elevadas. En la última hay una alberca con un chorro de agua hirviendo que genera vapor. Además de limpiar la piel, el vapor caliente ayuda a eliminar toxinas a través de la sudoración. ¿Sabías que en plena Edad Media, cuando en la España cristiana no se practicaba apenas la higiene personal, en al–Andalus (la España musulmana) existía un baño público en cada barrio? Entonces, los hammams no solo servían para la limpieza y la distensión; lo mismo que la mezquita y otros lugares públicos, eran utilizados para reuniones políticas y sociales. Hoy siguen siendo un espacio de encuentro entre vecinos y amigos, donde desaparece el concepto de clase y de diferencia social. En los países islámicos, las mujeres y los hombres acuden al hammam por turnos de mañana o tarde; nunca mezclados. Entre las normas de conducta, son imprescindibles la limpieza y el respeto a la intimidad.


 

la caligrafìa


La caligrafía es el arte islámico por excelencia. El Corán fue revelado en árabe, que es una lengua sagrada para todos los musulmanes. Te sorprenderá saber que no solamente los árabes la emplean. También los persas transcriben el farsi (su idioma) con caracteres árabes, lo mismo que ciertos africanos, los musulmanes chinos, los indonesios, y los turcos hasta la llegada al poder de Ataturk en 1929. La caligrafía, o el arte de la escritura, ha sido desarrollada a lo largo de los siglos adoptando estilos muy elaborados. Forma parte de la ornamentación del Corán, las mezquitas, los palacios, así como de las miniaturas y toda clase de objetos. El calígrafo del siglo X Ibn Moqla fue el primero en instituir un código reglamentario sobre caligrafía. Para la escritura árabe tradicional se emplea una caña afilada –el cálamo–, y tinta a base de nuez de agalla, goma arábiga y sulfato de hierro. Los calígrafos antiguos, que estaban muy considerados, trabajaban sentados en el suelo, apoyándose contra su rodilla o sobre una mesa baja. Los dos estilos más extendidos y antiguos son el nasji, con letras cursivas y flexibles, y el kúfico, más geométrico y anguloso. Muy bellos y complejos son también el thoulthi, el diwani, el farsi y el magrebí. En la actualidad se realizan caligrafías con técnicas y estilos modernizados. También hay artistas que elaboran complejos dibujos con letras, que representan animales, rostros y formas vegetales. Antiguamente cada sultán o califa tenía su propio sello caligráfico, o toughra. Se empleaba a modo de firma. Generalmente la caligrafía reproduce azoras, o suras coránicas, o bien los nombres de Allah y del Profeta. Pero también se utiliza para escribir poemas y panegíricos (alabanzas) a los sultanes. Se realiza sobre papel, mármol tallado, yeso y azulejos. 

 


la arquitectura

¿Sabías que no sólo Córdoba, Granada y Sevilla, sino también otras ciudades españolas tienen importantes monumentos islámicos? Así lo demuestra Zaragoza con el palacio de la Aljafería, construido en el siglo XI, y Toledo con la mezquita de Bab al-Mardum, que data del siglo X. La arquitectura del mundo islámico agrupa esencialmente mezquitas, mausoleos, alcazabas y palacios. Aunque también es posible hallar escuelas coránicas, hospitales y baños públicos. En la actualidad existe una arquitectura moderna aplicada a aeropuertos, universidades y toda clase de edificios administrativos. Para los musulmanes, todo en la vida es efímero excepto Allah. Por eso a menudo utilizan materiales de construcción perecederos y humildes, como el ladrillo, los azulejos y el estuco labrado. Sin embargo, parte de los monumentos levantados de esta forma se han conservado en perfecto estado. La Alhambra de Granada es un buen ejemplo. Entre los monumentos sagrados, uno de los más antiguos e influyentes fue la mezquita de la Roca, de Jerusalén, datada en el siglo VII. Fueron también muy relevantes la mezquita de Córdoba, de los siglos VIII al X, la Suleymaniya, mandada construir en Turquía por Soliman el Magnífico en el siglo XVI, y la de Isfahán, en Irán, levantada en el siglo XVII. Aunque más humilde, también destaca por su sobria belleza, la mezquita de Djenné, en Malí, hecha en adobe. Entre los mausoleos sobresale el Taj Mahal, mandado construir en la India por los mogoles durante el siglo XVII. Bajo su cúpula, el sha Fehace enterró a su esposa favorita. En la arquitectura civil destacan los palacios, y entre ellos, el de la Alhambra de Granada, del siglo XIII. También, el de Mafchar, hoy en ruinas y situado cerca de Jericó (Palestina), así como la ciudad palatina de Medina Azahara, en las afueras de Córdoba. Estambul (Turquía), El Cairo (Egipto), Damasco (Siria), Lahore (Pakistán), y el valle de Hadramut (Yemen), son algunos de los lugares que ostentan una mayor concentración de palacios. Las madrasas, o universidades coránicas, más célebres y monumentales, son la de Chizz Dorr, en Samarkanda (Uzbekistán), y las de Fez (Marruecos), construidas estas últimas en los siglos XIII y XIV por la dinastía meriní. 


 

formas y colores


"Dios es bello y ama las cosas bellas", dijo el Profeta Muhammad. El propio Corán insta a las personas a disfrutar de las cosas hermosas que encuentren en la Creación, siempre y cuando ello les sirva de acicate para reflexionar acerca de la generosidad divina.
En los primeros tiempos del Islam la vida de los musulmanes en Arabia era muy austera. Vivían en un medio hostil en el que, como sucedió con los primeros cristianos en tiempos de Roma, eran a menudo perseguidos. Debían extender su mensaje por el mundo, lo que no les permitía dedicarse al lujo y a la estética. Con el tiempo, como ocurre con todas las religiones, el mensaje se fue desvirtuando, desde una perspectiva política, y la austeridad de los primeros dirigentes se convirtió en ansias de riquezas. Emires y califas levantaron bellísimos y ostentosos edificios, y nacieron oficios para satisfacer el deseo de refinamiento. La ornamentación era muy elaborada y tenía un sello propio, a pesar de las distintas influencias que se detectan en ella. En el Islam no se permite que se represente a Dios, ni la figura de Muhammad, lo que equivaldría a degradarlos. Por ello, y con el fin de crear un ambiente propicio a la paz interior y el recuerdo de la Creación, surgió un arte de tipo abstracto. Todavía en la actualidad los edificios religiosos y civiles, así como las artes decorativas, están adornados con figuras geométricas entrelazadas que representan el cosmos. También abundan los motivos vegetales: flores de acanto, claveles, jazmines... Los colores son brillantes y luminosos. Pese a estar desaconsejada, la figuración (representación de figuras humanas o animales) no está del todo ausente en el arte islámico. Uno de los primeros palacios pertenecientes a la dinastía omeya, el Qusayr Amra, situado en Jordania, muestra una serie de murales con personajes Reales, escenas de caza y de danza. También la Alhambra de Granada posee un colorido mural que reproduce figuras humanas. 


la artesanìa


En la cultura islámica la belleza no tiene por qué estar reñida con la practicidad.
Por ello, no existe una separación real entre arte sagrado y arte profano. Los objetos han de ser útiles y estéticos a un tiempo. En la Arabia preislámica el arte más popular era el de la poesía. Las artes decorativas, o artesanía, comenzaron a desarrollarse a partir del siglo IX. Recibieron numerosas influencias mesopotámicas, persas y bizantinas, tanto en las técnicas como en los motivos ornamentales. ¿Sabías, por ejemplo, que el uso del azulejo en la decoración proviene de Bizancio? La cerámica fue una de las artes más significativas. Así lo desmuestran las vasijas iraníes, andalusíes y otomanas, con sus elaboradas decoraciones vegetales, epigráficas y hasta figurativas. Hoy en día, la cerámica de Fez y de Túnez son algunas de las más apreciadas. La industria textil también conoció un gran auge. Se remonta a época fenicia y al antiguo Egipto, y al principio se empleó para la vestimenta. Siria, Irak, Granada y Almería fueron importantes focos de producción. En la España musulmana florecieron, además, numerosos talleres dedicados a los tejidos de seda. En la actualidad, el arte textil más desarrollado en los países islámicos es el de las alfombras, con Irán como máximo exponente. Los trabajos en metal: plata, bronce y latón, alcanzaron un gran refinamiento. Se fabricaron cofres, pebeteros para quemar incienso, perfumadores, almireces para moler alimentos y surtidores para las fuentes. En España hemos conservado la bellísima arqueta del califa Hixem II, hecha en plata y datada en el siglo X. Por lo demás, Marruecos es uno de los países donde todavía se fabrican bonitos objetos de latón repujado que se venden en los zocos artesanales. Además, sobresalió la talla en marfil, de la que es un bello ejemplo la famosa arqueta cordobesa del siglo X, que se encuentra en Leyre (Navarra). Asimismo, la cantería, como se desprende de los cipos funerarios del siglo XI hallados en Toledo. Pero no todo está suscrito al pasado. En la actualidad destacan la taracea de Siria, los bordados de Palestina, la orfebrería de la península arábiga, y el cristal soplado egipcio, entre otros trabajos artesanales del mundo islámico. 


 

como se divierten

Los musulmanes disfrutan de forma parecida a la tuya. Los que habitan la cuenca mediterránea tienen un carácter similiar al nuestro: alegre y hospitalario. Aunque sus festividades religiosas son diferentes, te sorprenderá saber que la mayoría de los países islámicos celebran también algunas fiestas cristianas como la Navidad. Los niños reciben regalos por la fiesta de Ashura. Pero no todos tienen las mismas oportunidades que tú, y a veces la pobreza y las guerras impiden que tengan cubiertas las necesidades mínimas. Ahí está el ejemplo de Chechenia, Afganistán, Palestina, el Sáhara y tantas otras regiones en conflicto. El deporte, los juegos y la música forman parte del entretenimiento de los musulmanes, si bien, varían según los países. Lo mismo que en Europa, los cafés son un lugar de encuentro habitual, aunque sólo los frecuentan los varones. En el desierto Arábigo, son habituales las competiciones en todo terreno para probar la habilidad de los conductores. En cambio, las zonas costeras, como el Mar Rojo, en Egipto, son aptas para los deportes acuáticos, en especial el buceo. La navegación es muy apreciada en los países del Golfo Pérsico, lo mismo que las carreras de camellos. Los caballos son otra de sus aficiones, tanto en Oriente Medio como en el Magreb, donde existen espléndidos ejemplares de raza árabe. Pero los musulmanes también disfrutan con deportes occidentales como el golf y el tenis. Las bodas, los aniversarios y las romerías populares, son buenas ocasiones para la diversión, lo mismo que el momento de la circuncisión, que se realiza a los niños de pequeños. Según el Islam, es una costumbre higiénica, que se conserva desde tiempos de Abraham, y que también practican los hebreos. El niño recibe por ello toda clase de atenciones y regalos. ¡Algo así como sucede aquí con el ratón Pérez! En cambio, la circuncisión (ablación) femenina es una práctica aberrante, que procede del África animista, y no tiene nada que ver con el Islam. 


ritmos y melodìas


No puedes imaginarte la variedad musical que existe en el mundo islámico. La música y la danza son muy apreciados entre los musulmanes. Melodías clásicas árabes, música pop, ritmos étnicos, danzas tradicionales... cada país tiene su propio lenguaje. Egipto es el que mayores figuras musicales ha aportado. En los años cincuenta del siglo XX surgieron cantantes reconocidos internacionalmente como Om Kalsoum y Abdelwahab. ¿Sabías que Robert Plant, el vocalista del célebre grupo de rock Led Zeppelin ambicionaba trabajar junto con la orquesta de Om Kalsoum? También es prodigiosa la voz de la libanesa Fairuz. La música árabe de estilo clásico se acompaña de una mezcla de instrumentos orientales y occidentales. Entre ellos constan el laúd, el tambor, el nai –una especie de flauta–, así como el violín y el qanun, que es parecido al salterio. La música étnica, o tradicional, es también muy relevante. Muestra melodías menos elaboradas, en las que cobra gran protagonismo la percusión. Son muy populares los ritmos nubios del Sur de Egipto, y los gnawa de Marruecos, que emplean el gembri, un instrumento de cuerda muy arcaico, y los garagab, unos crótalos de metal. Entre los instrumentos tradicionales de cuerda más empleados cuentan también el rebab y la kamanya, parecidos al violín. Y entre los de percusión, el atabal, la darbuga y el bendir, similar a una pandereta. La música pop árabe surgió también en El Cairo, hacia los años setenta. En la década de los noventa se mezclaron ritmos orientales con música electrónica e instrumentos europeos como la guitarra española y el piano, entre otros. Las máximas figuras son Amr Diab y Natacha Atlas. Otra de las expresiones musicales más notables y apreciadas del mundo islámico es la música sufí, de significado místico. Túnez tiene muy buenos representantes, y Turquía destaca con los derviches giróvagos de la ciudad de Konya. Las danzas tradicionales tienen expresiones muy variadas. Mientras que las del Golfo Pérsico recrean historias de pescadores y buscadores de perlas, las bereberes del Norte de África, son primitivas y rituales. 


como se visten


No todos los musulmanes se visten de modo tradicional. Muchos hombres y mujeres prefieren prendas occidentales como las que usas tú. A menudo los medios de comunicación nos hacen pensar que todas las mujeres llevan velo. Sin embargo, muchas no lo usan. El empleo del velo aparece en el Corán como una recomendación. "¡Profeta, di a tus esposas, a tus hijas y a las mujeres de los creyentes que se cubran con el manto. Es mejor para que se las distinga y no sean molestadas". En el Islam la vestimenta debe ser agradable, pero discreta. La mujer debe mostrarse atractiva ante su marido y su familia, pero no en la calle, para evitar llamar la atención. El velo islámico, o jiyab, es el que cubre el cabello. Aquel que obliga a taparse el rostro, como sucede en Afganistán con la burka, no tiene nada que ver con el Islam. ¿Sabías que hasta hace poco también en España las mujeres se cubrían la cabeza? En Vejer de la Frontera (Cádiz), se las llamaba las ‘cobijadas’. En Canarias, y en muchos pueblos españoles, las mujeres mayores todavía llevan un pañuelo en la cabeza. La vestimenta tradicional es muy variada en cada país. Generalmente es vistosa y alegre. Está compuesta de turbantes, túnicas, pantalones bombachos, caftanes, chilabas y capas de distintos colores y formas. Son muy importantes, además, los adornos: collares, brazaletes y fíbulas para las mujeres, y puñales ornamentados para los hombres, como sucede en el Yemen. El calzado más característico son las babuchas, aunque también se usan sandalias y botas. Pero no todos los musulmanes visten así. En las ciudades la gente acostumbra a llevar ropa occidental: trajes de chaqueta, corbata, vaqueros y prendas deportivas. En la mayoría de los países, cada uno es libre de elegir su aspecto, aunque cada vez son más los jóvenes que optan por las vestimentas tradicionales para reivindicar su cultura. 


compartir mesa

El mundo islámico es un mosaico de tradiciones culinarias. Cada país tiene sus propias preferencias alimentarias. ¿Te imaginas la cantidad de sabores y productos exóticos que se pueden degustar? Tantos como pueblos musulmanes existen a lo largo del mundo. Si el plato más popular de los marroquíes es el cuscús, a base de sémola, carne y verduras, los turcos prefieren los pinchitos de carne especiados; los tunecinos, el brik, o especie de hojaldre con un huevo dentro, y los libaneses el humus, que es una pasta de untar a base de garbanzos y sésamo. Casi todos los países de la cuenca mediterránea tienen por costumbre comenzar la comida con los mezze, o aperitivos a modo de tapas. Son muy variados: desde ensaladas agridulces y especiadas, hasta hojaldres fritos y rellenos, y purés de berenjenas y habas que se extienden sobre el pan a modo de sabrosos patés. Aparte de las restricciones alimentarias impuestas por el Corán, los musulmanes disfrutan de la buena mesa y tienen una intensa cultura culinaria. Y más si se tiene en cuenta que los países islámicos están situados, en general, en Oriente y en el Mediterráneo, y que en estas regiones se valora enormemente el arte de cocinar. En el Islam, como en otras culturas, el compartir mesa con amigos y familiares es un acto placentero, que sirve para crear lazos sociales. También nosotros tenemos numerosas recetas de origen árabe. En época de al-Andalus (la España musulmana), surgió toda una serie de modas gastronómicas, algunas importadas de Oriente. ¿Sabías por ejemplo que las albóndigas datan de entonces, y que su nombre, del árabe al bunduq, significa la bola? ¿sabías que las frituras, las empanadas, los fideos y el arroz con leche son de origen andalusí? También en al-Andalus nació el ceremonial de mesa que hoy conocemos. Primero los entrantes y ensaladas, después los platos fuertes a base de carne y pescado, y por último los postres. Anteriormente se tenía por costumbre servirlos todos al mismo tiempo. Para disfrutar de una buena comida, había que evitar las conversaciones controvertidas y, a ser posible, acompañarla de una música suave de fondo. 


el agua

El Islam es una cultura del agua. La preocupación tanto por el mantenimiento de su calidad como por su valoración estética no son algo nuevo. A lo largo de los siglos, el agua ha formado parte de la higiene de los musulmanes, de la agricultura, de los jardines y de la arquitectura. Según El propio Corán, en el agua radica el origen de la vida. Los árabes, que procedían del desierto, valoraron como pocos este escaso elemento. El propio Profeta Muhammad aconsejaba, en el siglo VII, cómo mantenerla pura y sin contaminar. Los tratados de cocina y dietética de la Edad Media abundaban en describir sus beneficios sobre la salud, y explicaban qué clase de agua era la más conveniente para el organismo, y dónde se debía de almacenar. También en la arquitectura islámica el agua es esencial. Los musulmanes aseguran que su sonido y su transparencia causan un estado de relajación y bienestar especiales. En las mezquitas, aparece en forma de fuentes de abluciones. En patios, jardines, y en palacios como la Alhambra y el Generalife de Granada, se la puede contemplar en acequias, albercas y estanques con toda clase de surtidores. Los musulmanes no hubieran llegado a ser los grandes agricultores que son hoy en día, sin la sabia utilización del agua. ¿Sabías que, desde los primeros tiempos, aprovecharon la infraestructura hidráulica romana? Así, en toda la cuenca mediterránea reaprovecharon acueductos, canales y cisternas. También crearon una infraestructura propia y una legislación para un reparto del agua equitativo. Hoy en día, vemos cómo algunos países islámicos han sabido utilizar de manera racional sus recursos. Así sucede con los fellahs, o agricultores egipcios del delta del Nilo, o con los de Emiratos Árabes Unidos que, mediante modernos sistemas de riego por goteo, han convertido el desierto en un vergel. Aún así, la falta de lluvias y de infraestructura para almacenar el agua son algunos de los más graves problemas que aquejan a ciertos países de Oriente Medio y de África. 


la agrìcultura

"Una huerta es un tesoro si el que la labra es un moro". Este refrán popular indica cómo se aprecian en nuestro país las habilidades de los árabes en el campo. Sin duda se refiere a la época andalusí, ya que entonces nuestro suelo conoció una evolución agrícola sin precedentes. Todavía se conservan muchas costumbres agropecuarias de origen árabe en España, y son numerosos los países islámicos que gozan de un importante desarrollo agrario. Marruecos, Egipto y Siria son un buen ejemplo. Sin embargo, el fuerte crecimiento demográfico de estos y otros países, hace urgente una reforma agraria para satisfacer sus necesidades. ¿Sabías que la berenjena, la alcachofa y las endibias fueron introducidas en Europa por los árabes a través de España? También lo fueron los plátanos, la sandía, el limón, la cidra, la granada y los dátiles, mientras que el tomate, el calabacín y la patata llegaron siglos más tarde procedentes de América. ¿Podrías imaginar la cocina actual sin estos productos? A este desarrollo contribuyó el ansia de conocimiento que tenían los musulmanes, que estudiaron y tradujeron al árabe numerosos tratados de medicina y botánica griegos, como la Materia Médica de Dioscórides. También se beneficiaron de los conocimientos de los nabateos (un pueblo preislámico) en materia agraria. De hecho, para los musulmanes, el saber es patrimonio de todos; no importa de dónde provenga. En la España musulmana, al-Andalus, se escribieron numerosos tratados geopónicos, o agrícolas, como los de los toledanos Ibn Bassal e Ibn Wafid (siglo XI) y el almeriense Ibn Luyun (siglo XIV). Algunos de estos escritos se tradujeron al castellano a través de la Escuela de Traductores de Toledo, en el siglo XIII. El Libro de Agricultura del sevillano Ibn al Awwam, se tradujo en el siglo XVIII, en época de la Ilustración. 


 

tabùes alimentarios

Todas la religiones tienen sus propias normas alimentarias. No se trata de simples caprichos, sino de medidas profilácticas (de higiene médica) y ecológicas, no siempre fáciles de entender. ¿Sabías que los judíos no pueden encender fuego durante la noche del sábado, ni mezclar la leche con la carne, y que no prueban el cerdo? ¿Sabías también que los hindúes no comen carne de vaca, y que muchos budistas son vegetarianos ? Los cristianos, por su parte, no deben probar carne los viernes de Cuaresma, antes de Semana Santa. A los musulmanes, el Corán les prohibe ingerir carne de cerdo. Solamente se puede comer en caso de necesidad o hambre. También les está vetado tomar bebidas alcohólicas, "que embriagan cuando se beben en gran cantidad". El consumo de alcohol les fue prohibido para evitar que acudieran embriagados a las oraciones comunitarias, y que no fueran dueños de sus actos durante la lucha y en otras actividades. Anteriormente al Islam, los árabes tenían costumbre de ingerirlo en grandes cantidades, lo que suponía un grave perjuicio social. En cuanto a la prohibición de comer carne de cerdo, algunos antropólogos como el estadounidense Marvin Harris, aseguran que se trata de una medida ecológica. En el siglo VII, cuando se propagó el Islam por el mundo, existían muchos riesgos de enfermedades de los animales como las actuales triquinosis y peste porcina. Además, los árabes eran nómadas que se desplazaban con su ganado a través de los desiertos en busca de pastos verdes. Así como los camellos y dromedarios soportan muy bien el calor y la falta de agua, los cerdos no aguantan las condiciones de aridez, y prefieren ecosistemas húmedos y boscosos, como los encinares españoles. Son muy voraces y necesitan alimentos que no se encuentran en el desierto. Por lo demás, el Corán aconseja disfrutar de los alimentos y las cosas agradables otorgadas a los seres humanos, y alaba las bondades de la miel, la leche, y otros alimentos naturales y saludables. 


la ecologìa

El Islam es una religión amante de la naturaleza. Aunque, lo mismo que en Occidente, el deterioro medio ambiental y urbanístico es uno de los mayores problemas de los países islámicos. El Corán se refiere a menudo a la naturaleza como fuente de reflexión y contemplación de la obra de Allah. Son numerosas las suras (capítulos) que alaban la función de la lluvia, las plantas, las abejas, los animales domésticos e incluso las arañas. "Él es quien ha hecho bajar agua del cielo. Mediante ella hacemos brotar toda clase de plantas y follaje, del que sacamos granos arracimados. De las vainas de la palmera, racimos de dátiles al alcance. Terrenos plantados de vides, olivos y granados, parecidos y diferentes. Cuando fructifican, ¡mirad el fruto que dan y cómo madura! Estos son signos para gente que cree". Esta aleya del Corán pertenece a la Sura 6. La aleya 164 de la Sura 2 dice así: "En la creación de los cielos y de la tierra, en la sucesión de la noche y el día, en la nave que surca el mar para provecho de los hombres, en el agua que Dios hace bajar del cielo, vivificando con ella la tierra después de muerta, diseminando por ella toda clase de bestias, en la variación de los vientos, en las nubes, sujetas al servicio entre el cielo y la tierra, hay, ciertamente, signos para los que razonan". Según la tradición del Profeta Muhammad, cuando los primeros musulmanes acudían a la guerra, tenían prohibido dañar a las mujeres, los niños, los ancianos y ...¡los árboles! El Profeta proponía, además, numerosas medidas de tipo ecológico muy adelantadas para su época. Así, aconsejaba no beber directamente de un recipiente que contuviera agua, para evitar el contagio de enfermedades (que por entonces se desconocía), y taparlo para preservar el agua. También recomendaba no malgastarla, y no hacer las necesidades cerca de una corriente de agua, para no contaminarla. No en vano, el Islam propició a la largo de los siglos una cultura del agua muy desarrollada. La empleó de forma sabia en la arquitectura y el paisajismo, la agricultura y la higiene. En cuantos a los animales, el propio Profeta dijo que comparecerán el día del Juicio Final ante Dios, para denunciar a aquellos humanos que los hayan maltratado. 


 

al-andalus

Durante siglos, una gran parte del territorio español fue musulmán. Se llamaba al-Andalus, y estuvo gobernado por distintas dinastías.Desde el siglo VIII hasta el XV, en que al-Andalus fue totalmente reconquistada por los cristianos, perduró una civilización sumamente desarrollada. ¿Sabías que hasta el siglo XII no solamente Andalucía, sino también el Levante, el sur de Navarra, La Rioja, y hasta el sur de Cataluña, formaron parte de al-Andalus? Antes de la llegada del Islam, Hispania estaba gobernada por los visigodos. Cuando desembarcaron los primeros musulmanes procedentes del Norte de África y de Oriente, se mezclaron con la población local, creando un amplio mosaico de pueblos y religiones que convivieron de forma estrecha. En al-Andalus cohabitaron musulmanes, judíos y cristianos, cada uno con sus diferentes costumbres, leyes y creencias. La población estaba formada de hispano-romanos, visigodos, árabes y bereberes en su mayoría. Todos hablaban árabe entre ellos, y se influenciaban entre sí. Con la llegada de la dinastía Omeya procedente de Damasco (Siria), en el siglo VIII, la capital de al-Andalus se estableció en Córdoba. Fueron unos tiempos de gran esplendor, en los que florecieron las artes, las letras, la filosofía, la ciencia y la agricultura. De aquella época data la célebre mezquita de Córdoba entre otros monumentos. El pensador Ibn Hazm y el filósofo Averroes, ambos cordobeses, así como el gran místico murciano Ibn Arabi, y el poeta granadino Ibn al-Jatib, fueron algunos de los personajes más relevantes de su época. Tras la desaparición de la dinastía Omeya, surgieron en el siglo XI los reinos de taifa, dispersos por todo el territorio. Sobresalieron por su refinamiento cultural, aunque políticamente, al-Andalus estaba fragmentada y debilitada. A continuación gobernaron dos dinastías bereberes procedentes del Magreb: Almorávides y Almohades. ¿Sabías que entonces, durante parte de los siglos XI al XIII, compartimos reino con Marruecos? 

 


que nos trajeron?

Fueron los musulmanes quienes introdujeron en Europa avances tan importantes como la brújula, el actual sistema de cifras indio, así como el papel y la pólvora, provenientes de China. En España todavía se conservan numerosas tradiciones y costumbres de origen islámico, tanto en la arquitectura, como en la artesanía, la agricultura y la gastronomía. ¿Sabías por ejemplo que la horchata fue un invento andalusí? ¿O que la cerámica de Fajalauza, en Granada, y la de Teruel tienen su origen en la artesanía de al-Andalus? Las casas tradicionales de Andalucía y de Levante guardan aún hoy la estructura islámica. Están distribuidas en torno a un patio porticado al que asoman las alcobas, y tienen dos pisos. También los populares balcones canarios con celosías de madera, tienen influencias árabes. Algunas ciudades y pueblos españoles todavía conservan su trazado de época musulmana. Entre ellos destacan Toledo, Requena (Valencia), Altea (Alicante) y Arcos de La Frontera (Cádiz). Sus calles son estrechas, similiares a laberintos, y no siguen un orden simétrico. Se parecen a las medinas árabes actuales. En la artesanía de la cerámica hemos heredado los esmaltes y los antiguos hornos de leña. Priego de Córdoba, Paterna (Valencia) y Muel (Zaragoza) son algunos de los focos de mayor influencia árabe. La taracea granadina también proviene de aquella época, lo mismo que la filigrana en plata de Cáceres y Córdoba, y el damasquinado toledano. En la cocina las influencias no son menores. Entre los platos más populares nos han quedado los embutidos de cordero de La Rioja, el pescado frito de Andalucía, los arroces y fideos levantinos, y numerosos dulces como los pestiños, el turrón y los alfajores. 


el desarollo cientìfico


El Islam trajo consigo un gran desarrollo de las ciencias. ¿Sabías, por ejemplo, que la palabra algoritmo proviene del matemático del siglo IX al-Jwarizmi? Él también inventó el álgebra en su tratado Kitab al-Jibra, mientras que el gran poeta Omar al-Jayam creó las ecuaciones de tercer grado. El máximo esplendor científico correspondió a los siglos IX y X en que ciencia y filosofía estaban muy ligadas. Por ese tiempo fueron traducidos al árabe los escritos de los griegos Ptolomeo, Galeno, Platón, Aristóteles y Euclides, entre otros muchos autores del mundo clásico. Surgió en Bagdad la Casa de la Sabiduría, o Bayt al-Hikma, donde se realizaba toda clase de estudios con espíritu de total libertad. En la actualidad, la ciencia en el mundo islámico está sobre todo relacionada con la extracción de gas y de petróleo y con las tecnologías digitales. El gran desarrollo científico que conocieron los musulmanes durante la Edad Media, es debido a que el Islam siempre ha aconsejado la búsqueda del saber. La ciencia islámica destacó sobre todo por su carácter experimental. ¿Sabías que los musulmanes aportaron a Europa el actual sistema de cifras indio añadiéndole el cero? Alcanzaron un gran conocimiento en astronomía, mediante la creación de astrolabios y cuadrantes. Ello fue sumamente útil para la navegación. Fueron grandes ópticos y construyeron toda clase de ingenios y autómatas. Edificaron hospitales e intercambiaron conocimientos con los médicos cristianos. Escribieron numerosos tratados sobre zoología y botánica. Entre los sabios universales del mundo islámico sobresalieron al-Kindi, filósofo árabe del siglo IX, y al-Razi, que dirigió un hospital en Bagdad y dejó escritas más de 200 obras sobre distintas disciplinas. También fueron notables al-Farabi, un filósofo turco del siglo X, y al-Biruni, de los siglos X y XI, que se ocupó de matemáticas, mineralogía y astronomía. Muy importante fue el gran médico Avicena, autor de la obra traducida como Canon, que se estudió durante siglos en las universidades europeas.

 


tu tambien ablas  arabe 

Tras ‘abandonar’ la almohada me puse el albornoz y salí de mi alcoba. Abrí la nevera y quedaban restos de albóndigas con arroz, puré de espinacas, uno trozo de mojama y media sandía. Preferí desayunar café con mucha azúcar y pan con aceite que me serví de una alcuza que había en la alacena. Después me asomé al zaguán y vi que la alberca estaba casi vacía. Como no había llovido, el aljibe tampoco estaba repleto, y los alcorques de los árboles se habían quedado secos; me tocó regar. A continuación, me senté en el diván para descansar. Al levantarme, me tropecé con la alfombra y tuve que sentarme de nuevo. Y encima mi padre me llama gandul. — Sentí mucho alborozo por la tarde cuando encontré en la taquilla azul una nota de Almudena para quedar. Ojalá esté bien el sábado y se me quite esta jaqueca que tengo. Espero que el cafre de su hermano no nos vea juntos. Me tendré que esconder tras el alcornoque y ponerme una máscara para pasar desapercibido. — El jinete cabalgó sobre su hermoso alazán hasta el alcázar. Cuando el almuecín llamó a la oración, penetró en la mezquita. Fuera, había una gran algarabía de violines, panderetas y atabales. A continuación, decidió jugar una partida de ajedrez. — Tengo un cofre donde guardo mi ajuar. En él pongo también mis alhajas favoritas: pendientes, anillos, un alfiler de plata y una ajorca antigua que compré en una almoneda de Madrid. Estas frases demuestran que muchas de las palabras que empleamos en nuestro lenguaje son de origen árabe. También hay préstamos del bereber, como mezquita y jinete. El castellano tiene hasta un 30 % de vocablos de origen árabe.


sus problemas son tus problemas

El mundo islámico está más cerca de ti de lo que imaginas. Geográficamente, dista tan solo 14 kilómetros; frente al Estrecho de Gibraltar está Marruecos. Bosnia y Turquía forman parte de Europa. Por otra parte, la globalización económica nos obliga cada vez más a la interdependencia entre personas y culturas diferentes. No todos los países islámicos son iguales. Algunos, como los del Golfo Pérsico cuentan con una de las rentas per cápita más elevadas del mundo gracias al petróleo. Pero otros, como los africanos, algunos países de Oriente Medio, o los del este de Europa con mayoría musulmana, están afectados por las guerras y la pobreza. En manos de los países más desarrollados está el ayudarles. Es la única forma de evitar las inmigraciones masivas. En los últimos cinco años, el tránsito de personas sin documentación legal en España, ha dejado 20.000 detenidos, y 1.000 personas ahogadas en el Estrecho. En el mundo hay suficientes recursos para todos. Es cuestión de repartirlos de forma equitativa. Mientras el ser humano invierta miles de millones de pesetas para alcanzar Marte, pero no sea capaz de aportar soluciones contra el hambre de millones de niños en el mundo, no podrá considerarse evolucionado. Los principales problemas contra los que hay que luchar en ciertos países del mundo islámico son la pobreza y el analfabetismo. La explosión demográfica hace que más de la mitad de la población tenga menos de 20 años. Las riquezas no alcanzan a todos. El Magreb, Pakistán, Egipto e Indonesia son algunos de los países más densamente poblados. La falta de valores democráticos, el paro y la explotación infantil, son otros de los retos que hay que afrontar. También, la degradación del medio ambiente, y la escasez de abastecimiento de agua que sufren algunas regiones 

 


el futuro

Pero no todo son problemas. El mundo islámico también está en busca de soluciones y cambios. Uno de ellos es el relevo generacional que se está produciendo entre los dirigentes de muchos países: Marruecos, Siria y Jordania, entre otros. Los sucesores de los antiguos monarcas y presidentes tienden hacia modelos políticos más plurales. Optando hacia una mayor apertura de las libertades democráticas, Irán contribuye a la esperanza. Las riquezas naturales no faltan en muchos países islámicos. El petróleo, existente en Irak, Libia y numerosos países del Golfo, se está extrayendo desde hace décadas. Mientras que el gas natural, presente en Argelia y en Marruecos, no está todavía en plena explotación. El desafío actual consiste en aprovechar los recursos naturales sin degradar el medio ambiente, y distribuir los beneficios equitativamente. Otra de las fuentes de riqueza se encuentra en la tierra y el mar. La agricultura y la pesca son muy abundantes en algunos países que todavía no han sido explotados de manera intensiva. Sin embargo, la falta de tecnología y de infraestructura impiden que se saque provecho de manera adecuada. Las reformas agrarias y la modernización de la flota pesquera son algunas de las necesidades más apremiantes. El turismo es otra de las apuestas de futuro. Muchos países islámicos como Marruecos, Túnez, Turquía, Egipto, Jordania, Siria y, cada vez más, Malasia, Sri Lanka e Irán, están volcando expectativas en el turismo como una fuente de ingresos más. Su patrimonio cultural y natural, y la amabilidad de sus gentes, son sus principales atractivos. Para ello, urge revalorizar y conservar los monumentos históricos, las expresiones culturales tradicionales y el medio natural. 


nuestra relacìon con ellos

Como has podido comprobar en el panel 25, nuestra relación con el mundo islámico no es algo nuevo. En la actualidad, las relaciones académicas y culturales con él, se mantienen a través de organizaciones privadas y de las universidades. La mayoría tiene departamentos de Árabe e Islam. Por otra parte, numerosos jóvenes árabes y musulmanes estudian en universidades españolas. Sólo en Granada, hay 700. También es importante la divulgación de la cultura y la lengua española en los países islámicos ¿Sabías, por ejemplo, que el Instituto Cervantes está presente en Túnez, Marruecos, Egipto y Siria, entre otros? Desde el punto de vista económico, España mantiene una importante balanza comercial con algunos países. Entre ellos, Argelia, Libia, Arabia Saudí, Irán, Irak, Indonesia y Turquía. Cada vez son más las empresas españolas que se deciden a invertir en estos y otros países, en el sector de las infraestructuras, la energía y el turismo. En el ámbito político, España está considerada como un país tradicionalmente amigo por los árabes. Generalmente, ha apoyado reivindicaciones populares entre los musulmanes, como la de los palestinos. Recuerda si no, la función que desempeñó en el proceso de paz para Oriente Medio, acogiendo la Conferencia de Madrid en octubre de 1991. Sin embargo, todavía perduran algunos roces, como los derivados de los tratados de pesca con Marruecos, o la reivindicación de Ceuta y Melilla por este último. Desde el punto de vista de la cooperación, el Ministerio de Asuntos Exteriores español acoge el Instituto de Cooperación con el Mundo Árabe, Mediterráneo y Países en Desarrollo. Su misión es la de promover el desarrollo sostenible en los países más desfavorecidos, y fortalecer los sistemas democráticos. En cuanto a la práctica del Islam en nuestro país, la Constitución Española defiende la libertad religiosa. En 1992 se firmó un Acuerdo de Cooperación del Estado con la Comisión Islámica de España, para reafirmar este hecho. 


comunicacìon intercultural


Para la convivencia es necesario el conocimiento recíproco. Solamente conociendo los valores culturales del otro, se le puede comprender y respetar. No hay ninguna forma de vida superior a las demás, todas son diferentes y todas tienen algo positivo que aportar. Para cohabitar con musulmanes es importante que conozcas su lenguaje corporal, sus gestos y sus expresiones. ¿Sabías por ejemplo que mostrar las suelas de los zapatos se considera de mala educación? En el Islam, lo mismo que otras religiones, la suela simboliza la suciedad y la impureza. Por eso, es conveniente que observes al entrar en su casa, si se descalzan, y, en ese caso, hacer lo mismo. Al igual que en nuestra cultura, tampoco se debe sacar la lengua. Si viajas a un país donde hay musulmanes, debes saber que no les gusta que se les fotografíe sin permiso. Por ello, es conveniente que preguntes antes de disparar tu cámara, y no te ofendas si no lo aceptan. Otra de las normas que debes tener en cuenta si convives con ellos, es que usan la mano derecha para casi todo. Los musulmanes la consideran sinónimo de limpieza, mientras que emplean la izquierda para algunas funciones de la higiene íntima. Lo mismo que para nosotros, es de mala educación dirigirse a alguien con las manos en los bolsillos. Tampoco es correcto sentarse con las piernas abiertas o de forma dejada. Los árabes, en general, muestran a menudo su afecto tocando a las personas. No es infrecuente que las personas del mismo sexo caminen cogidas de la mano. En cambio, dar excesivas muestras de familiaridad entre un hombre y una mujer en público, no está bien visto. Cuando viajes a los países islámicos procura ir vestido con discreción, sin enseñar hombros y piernas. Si tienes ocasión de visitar una mezquita, descálzate y compórtate como uno más. En época de Ramadán, evita comer y fumar delante de los demás, por respeto hacia ellos. 


glosario de terminos

ADAN. Llamada a la oración que realiza el almuédano desde lo alto del alminar cinco veces al día.

 AL-ANDALUS. Nombre con el que se conocía el territorio que estuvo bajo gobierno musulmán en España durante ocho siglos.

ALCAICERÍA. Del persa qaysariyya. Recinto de tiendas de lujo en el interior de un zoco. 

ALEYA. Versículo del Corán. 

ALJAMÍA. Textos moriscos en romance, pero transcritos con caracteres árabes. 

ALMINAR. Torre de la mezquita desde la que se convoca a la oración. 

ALMOHADES. Dinastía bereber procedente de Marrakech, que reinó en al-Andalus durante los siglos XII y XIII. 

ALMORÁVIDES. Dinastía bereber procedente de Marrakech, que gobernó al-Andalus en los siglos XI y XII. 

ALMUECÍN. También conocido como almuédano. Musulmán que convoca a la oración desde lo alto del alminar. 

ÁRABE. Pueblo de mayoría musulmana procedente de la Península Arábiga. 

BEREBER. Pueblo original del Norte de África, de mayoría musulmana. 

CALIFA. Título que se les daba a los gobernantes musulmanes cuando ejercían el poder tanto civil como religioso. 

CORÁN. En árabe, recitación. Libro revelado, considerado sagrado por los musulmanes. 

EMIR. Príncipe árabe. 

FATIHA. Primer capítulo, o sura, del Corán. 

HADIT. Tradición escrita que recoge, como modelo, las reflexiones y el comportamiento del Profeta Muhammad. 

HALAL. Lícito. 

HAMMAM. Baño público. 

HAYY. Peregrinación a La Meca. 

HÉGIRA. Emigración del Profeta Muhammad, que partió de La Meca en dirección a Medina en el año 622 de nuestra Era. 

HENNA. Producto vegetal que utilizan las mujeres y los varones en muchos países islámicos para teñirse la piel y el cabello. En castellano, alheña. 

IMAM. Varón encargado de dirigir las oraciones colectivas de los creyentes. 

ISLAM. Religión monoteista que practican los musulmanes. Del árabe salam, paz. También significa una forma de vida y de comportamiento.

 JAIMA. Tienda de fibra animal que utilizan los beduinos en sus desplazamientos. 

JIYAB. Velo que emplean algunas musulmanas para cubrirse el cuello y el cabello. 

JOTBA. Prédica que se realiza en la oración comunitaria de los viernes.

 MADRASA. Escuela coránica de estudios superiores. En castellano, madraza. 

MEDINA. Núcleo antiguo de las ciudades musulmanas.

 MELAH. En árabe, sal. Barrio judío de las ciudades islámicas medievales. 

MIHRAB. Nicho de la mezquita ante el cual el imam dirige la oración en dirección a La Meca. 

MIMBAR. Púlpito en forma de escalera desde el que se realiza la prédica de los viernes. 

NIYYA. Intención personal. 

RAMADÁN. Noveno mes del calendario lunar por el que se rigen los musulmanes, dedicado al ayuno. 

SALAT. Oración. 

SHAHADA. Profesión de fe que afirma que no hay más Dios que Allah, y que Muhammad es el Profeta de Allah. 

SHARÍA. Ley islámica basada en el Corán y la Sunna. 

SHIÍ. Musulmán que considera que el califa Alí debía de haber sucedido el primero al Profeta debido a sus lazos de sangre. 

SUFISMO. Misticismo del Islam. 

SUNNA. Conjunto de tradiciones que recogen la vida del Profeta Muhammad. 

SUNNÍ. Seguidor de la Sunna, que reconoce la legitimidad de los cuatro primeros califas. 

SURA. Capítulo del Corán. TAIFA. Reinos independientes que se formaron en distintas regiones de al-Andalus a partir del siglo XI. 

UMMA. Comunidad de creyentes. 

YIHAD. En árabe, esfuerzo. El Pequeño Yihad se refiere a la lucha armada, mientras que el Grande, al combate interior contra las malas tendencias.

 ZAKAT. Limosna obligatoria que tiene todo musulmán, consistente en el 2,5% de sus beneficios. 

ZOCO. Del árabe suq. Mercado. 


tratto da

http://www.funci.org/

a cura di nadia scardeoni


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